Apartamentos Los Canchales es uno de los alojamientos más especiales que puedes encontrar en la Sierra de Albarracín (Teruel). Una casa tradicional ubicada en el centro del casco viejo de Orihuela del Tremedal, a casi 1.500 metros de altura, en un paraje bellísimo que combina a la perfección naturaleza y tradición, en pleno corazón de los Montes Universales, rodeada de frondosos pinares.
En la restauración de la casa se respetaron los materiales tradicionales, con especial cuidado en conservar su sabor rústico y su adecuación al entorno rural. Sus tres apartamentos totalmente equipados ofrecen ambientes acogedores y cálidos, y su ubicación permite disfrutar de la naturaleza (senderismo, bicicleta, micología, etc) y de la riqueza monumental de esta bellísima comarca.
La historia de nuestra casa es la historia de gente humilde. Los abuelos, trabajadores del campo, emigraban con las cuadrillas de jornaleros hacia el sur para dedicar el verano a cosechar los campos de mies castellanos y andaluces. El abuelo compraría la casa a comienzos del siglo XX, pero sus orígenes se difuminan en los azarosos acontecimientos de la historia del pueblo. Al restaurarla hemos comprobado que fue recrecida en altura en dos ocasiones y que, como se sospechaba, fue incendiada a comienzos del siglo XIX por los franceses (Guerra de la Independencia).
La casa se encuentra a escasos cien metros de la Iglesia de San Millán, patrón de Orihuela del Tremedal, en pleno casco histórico de este bonito pueblo. Como muchas otras casas, las puertas delantera y trasera están a distinto nivel debido a que el conjunto del caserío se enclava en una ladera rocosa con un fuerte desnivel. Caminando no tardaremos más de tres minutos en llegar a la plaza mayor y tiempos muy parecidos nos costará encontrar los distintos comercios y servicios de la población.
En el proceso de restauración hemos respetado los materiales tradicionales de construcción que, junto con el clima, son los principales condicionantes de la arquitectura de la zona. Muros de mampostería de piedras irregulares en las fachadas, y madera en los dinteles de puertas y ventanas así como en los pisos y estructura del tejado. Las ventanas bajas se protegen con rejas de forja típicas de una tradición artesanal muy difundida en toda la sierra. Naturalmente la madera vuelve a aparecer en toda la carpintería de puertas y ventanas haciendo honor a la principal industria del pueblo. El empleo de estos materiales predispone a la formación de ambientes acogedores y cálidos por lo que al acometer la tarea de la decoración ésa ha sido nuestra prioridad. El mobiliario, las telas y complementos contribuyen a disfrutar tanto de los interiores como de un entorno natural único.
El resultado final han sido tres apartamentos singularizados pero igualmente confortables. Variedad en las texturas, materiales y colores de los muros, diversidad también en las telas de camas y cortinas. Las características de cada planta de la casa han provocado resultados diferentes.
El Apartamento 1 estuvo condicionado por la prioridad de conservar el antiguo fuego bajo y la ubicación de la cocina original. El resultado han sido espacios amplios y distribución de las habitaciones en dos plantas.
En el Apartamento 2 las vistas panorámicas son el complemento perfecto a una vivienda encuadrada en las antiguas alcobas de la casa.
Y, por fin, el Apartamento 3 ocupa la buhardilla ofreciendo el acogedor ambiente formado por las vigas y tablas de madera del tejado y unas extraordinarias vistas panorámicas.